Todo lo dejo a la suerte. Y así me va. Todo me sale al revés de lo que debería y sinceramente me da igual. Giro alrededor de mil y una coincidencia. Mil y una posibilidad de ir bien y siempre voy por un camino alternativo. Aquél que me resulte más fácil. Llámame vaga. O mejor no me llames. No necesito saber más de lo que sé. Más de lo que debería. Me imagino que me dolerá y no estoy preparada para volver a empezar. Dicen que las verdades duelen. Pero prefiero vivir en mi real mentira.
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