domingo, 13 de marzo de 2016

Insomnio

Cada noche, al acostarme, venías a ver si ya estaba durmiendo. Al oírte, me hacía la dormida para no preocuparte. El insomnio se hacía presencia en mi habitación, como una tormenta en el cielo. Inundando todo a su paso. 

Yo, como cada noche, ansiaba el instante de verte entrar por la puerta, para sentirme a salvo. Para sentirte conmigo.

Y por fin puedo estar tranquila. Comenzar a imaginar. Flotar por el mundo de los sueños. Buscarte entre ellos. Dormir sin saber que pasará mañana cuando vuelva a caer la noche.




No hay comentarios:

Publicar un comentario